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Después de la anexión de Austria en marzo de 1938, los nazis arrestaron judíos alemanes y austriacos y los encarcelaron en los campos de Dachau, Buchenwald, y Sachsenhausen, en Alemania. Después de los pogroms de Kristallnacht en noviembre de 1938, los nazis llevaron a cabo arrestos masivos de hombres judíos y los encarcelaron en campos por periodos breves.
Equipos especiales de las SS llamados “Unidades de la calavera” (Totenkopfverbände) vigilaban los campos, y competían unos con otros en crueldad. Durante la Segunda Guerra Mundial, médicos nazis hacían experimentos sobre los prisioneros de algunos campos. Bajo el impacto de la guerra, el sistema de campos nazis creció rápidamente. Después de la invasión alemana de Polonia en septiembre de 1939, los nazis abrieron campos de trabajos forzados donde miles de prisioneros murieron de agotamiento y hambre.
Después de la invasión alemana de la Unión Soviética en junio 1941, los nazis aumentaron el numero de campos de prisioneros de guerra. Algunos de los campos fueron construidos dentro de campos de concentración ya existentes, como en Auschwitz en la Polonia ocupada. El campo de Lublin, luego conocido como Majdanek, fue creado en el otoño de 1941 como un campo de prisioneros de guerra y fue convertido en campo de concentración en 1943. Miles de prisioneros de guerra soviéticos fueron fusilados o gaseados ahí.
Para facilitar la “Solución Final” (el genocidio de los judíos), los nazis abrieron campos de exterminio en Polonia. Chelmno, el primer campo de exterminio, abrió en diciembre de 1941. Ahí los judíos y romas fueron gaseados en camiones. En 1942, los nazis abrieron Belzec, Sobibor, y Treblinka para asesinar sistemáticamente a los judíos del Gobierno General (el territorio en el interior de la Polonia ocupada).
Los nazis construyeron cámaras de gas para aumentar la eficiencia del proceso y para hacerlo más impersonal para los verdugos. En Auschwitz, el campo de exterminio de Birkenau tenía cuatro cámaras de gas. Al culminar las deportaciones, hasta ocho mil judíos fueron gaseados cada día.
Los judíos en los territorios ocupados por los nazis eran a menudo primero deportados a campos provisionales, comoWesterbork en Holanda, o Drancy en Francia. Los campos provisionales eran usualmente la ultima parada antes de un campo de exterminio.
Bajo la dirección de las SS, los alemanes mataron más de tres millones de judíos en los campos de exterminio de la Polonia ocupada.
El Campo de Concentración
de Auschwitz 1940-1944
de Auschwitz 1940-1944
El complejo comprendía un territorio de 40 kms2, del que también formaba parte un coto vedado muy extenso. Bajo el mando del primer comandante, Rudolf Höss, se empezó a construir en mayo de 1940 el campo, que más tarde se conocería como Auschwitz I, o campo central. Esta primera ampliación estaba proyectada para 7,000 presos y comprendía 28 edificios de ladrillo de dos plantas, así como otros edificios adyacentes de madera. Por término medio, el número de presos ascendía a 18,000. Dos alambradas de espino con corriente de alta tensión cercaban la totalidad de la superficie. En un letrero sobre la puerta de entrada al campo se podía leer, en señal de desprecio y sarcasmo, el lema “EL TRABAJO TE HARÁ LIBRE” .
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Allí toda crueldad e infamia, toda bestialidad y aberración, toda atrocidad y todos los horrores, se habían dado cita para transformar el lugar en un verdadero infierno. Continuas muertes por enfermedades y por inanición, frío, fatigas agotadoras, escorbuto, disentería, traumas e infecciones. El pelotón de fusilamiento acribillaba a docenas a la vez contra un paredón forrado de caucho, para atenuar el ruido del disparo. En la plaza de armas, cinco personas subían a la banqueta. El verdugo les colocaba el lazo al cuello. Con una patada a la banqueta quedaban las víctimas suspendidas.
Auschwitz se había hecho famoso por la instalación de la primera cámara de gas, la cual comenzó a operar el día 15 de agosto de 1940. Lo que más se temía no eran las balas, ni las horcas, ni las cámaras de gas, sino los sótanos de la muerte, o “Bunkers”, por la lenta agonía, y el martirio enloquecedor del hambre y de la sed.
Por orden de Heinrich Himmler se empezó a construir el campo de Auschwitz II - Birkenau, en octubre de 1941. Éste -mucho más extenso que el campo central- comprendía 250 barracones de madera y de piedra. El número más elevado de presos en Birkenau ascendió en 1943 a aproximadamente 100,000 personas. Birkenau desde un principio estaba pensado como campo de exterminio. Allí también se encontraba “la rampa”, junto a la linea del tren, en la que se llevaba a cabo la selección de los recién llegados tan pronto como bajaban de los vagones en que venían apretujados como ganado.
En Birkenau se encontraban los Crematorios II al V (terminados entre el 22 de marzo y el 25 de junio de 1943), cada uno de ellos equipado con una cámara de gas, y donde, según los informes de las S.S., podían ser quemados 4,756 cadáveres diarios.
En Birkenau se encontraban los Crematorios II al V (terminados entre el 22 de marzo y el 25 de junio de 1943), cada uno de ellos equipado con una cámara de gas, y donde, según los informes de las S.S., podían ser quemados 4,756 cadáveres diarios.
Es en este segundo Campo de Concentración en el que es asesinada Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), judía conversa al catolicismo y consagrada como religiosa carmelita descalza. En la revuelta del 7 de octubre de 1944, algunos presos volaron la cámara de gas del Crematorio IV. En noviembre de 1944 las S.S. desmanteló las instalaciones de exterminio, destruyendo los crematorios.
Nuestros recursos lingüísticos no alcanzan a describir todas las crueldades a las que fueron sometidos tantos inocentes: hombres, mujeres y niños, en este lugar de horror. No sólo fueron asesinados brutalmente, sino que miles de ellos murieron de hambre, y muchos fueron obligados a trabajos forzados bajo condiciones infrahumanas, hasta morir de agotamiento.
Lo que hoy en día queda del Campo y sus instalaciones sólo logra transmitirnos ínfimamente el sufrimiento de cientos de miles de personas. Hoy en día nadie que jamás haya estado en un Campo de Concentración podría creer y menos aún comprender las crueldades cometidas por los nazis en Auschwitz.
Las Cámaras de Gas
El método más eficiente en el exterminio de seres humanos fue la muerte por gaseamiento. La S.S. se sirvió del ácido cianhídrico “Zyklon B”, el cual, en un espacio herméticamente cerrado, se evaporaba a la temperatura del cuerpo, provocando en muy poco tiempo la muerte por asfixia.
Los primeros intentos de gaseamiento tuvieron lugar en septiembre de 1941, en las celdas de arresto del bloque 11, en el campo principal de Auschwitz. Más tarde, el depósito de cadáveres junto al Crematorio I se utilizó como cámara de gas. Debido al rendimiento limitado del Crematorio I y a la imposibilidad de mantenerlo totalmente en secreto, la S.S. se trasladó en 1942 a Birkenau, donde transformaron dos granjas situadas en un bosque en cámaras de gas. Los cadáveres eran transportados en ferrocarriles de vía estrecha a las fosas, que se encontraban a unos cuantos cientos de metros. Allí eran soterrados; sin embargo en otoño de 1942, los cadáveres fueron desenterrados y quemados.
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Técnicamente era posible quemar diariamente en los crematorios a 4,756 cadáveres, sin embargo, sólo se trataba de una cifra teórica, en la que también se incluía el tiempo necesario para el mantenimiento y la limpieza de los hornos. De hecho, en los Crematorios II y III fueron quemados hasta 5,000 cadáveres; en los Crematorios IV y V hasta 3,000 cadáveres a diario. Cuando se sobrepasaba la capacidad de los crematorios, los cadáveres eran quemados en hogueras al aire libre. En el verano de 1944, durante la deportación de los judíos húngaros, la S.S. volvió a poner en funcionamiento el búnker II. En aquella época era posible asesinar y quemar hasta 24,000 personas a diario. Las cenizas de los muertos servían de abono para los campos, para el drenaje de pantanos, o simplemente eran vertidas en los ríos o estanques de las cercanías. Mujeres en Auschwitz
En marzo de 1942, se estableció en el campo central Auschwitz I la primera sección para mujeres, separándola del campo de hombres por un muro de ladrillos de dos metros de altura. Las primeras presas fueron 999 mujeres procedentes de Ravensbrück.
El 16 de agosto de 1942, el campo de mujeres en Auschwitz I fue desmantelado y las mujeres fueron trasladadas a Birkenau. Fue entonces cuando se llevó a cabo el primer exterminio en masa de presas: 4,000 de las 12,000 internas fueron gaseadas antes del traslado.
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El sufrimiento de las presas en los barracones abarrotados todavía era mayor, si cabe, que el de los hombres. No sólo por la falta de espacio, sino también por las medidas e instalaciones sanitarias insuficientes, los constantes registros, y los malos tratos perpetrados por el personal de guardia de la S.S.
Muchas de las mujeres-guardias de la S.S. igualaban en crueldad y en dureza a sus colegas masculinos. Incluso competían por ser los/las más crueles en el trato con los presos. Especialmente temida era la jefa de vigilancia del campo de mujeres, María Mandel, que también tomaba parte en las selecciones.
Las mujeres física y psíquicamente se derrumbaban antes que los hombres, convirtiéndose por ello también antes en un “musulmán” (así llamaba la S.S. a los prisioneros que tenían un aspecto sumamente demacrado y ya no podían realizar trabajos duros). La media de esperanza de vida de las mujeres en el campo era en un 50% inferior a la de los hombres.
Sólo la esperanza de vida de aquellas mujeres que formaban parte de los "buenos comandos de trabajo" era superior (p. ej. en la cocina, en la sastrería, de asistenta en la familia del comandante, de escritora en la sección política, etc.) Todas las demás presas tenían que realizar, al igual que los hombres, los trabajos más penosos.
Las mujeres también estaban obligadas a prestarse a experimentos pseudomédicos. Destacaban especialmente por su crueldad los médicos Dr. Schumann (esterilización con rayos X), Dr. Clauberg (esterilización con preparados químicos, inseminación artificial de las mujeres, castración de los hombres) y Dr. Mengele (experimentación con gemelos, investigación racial en gitanos y enanos).
Musulmanes
Musulmanes
A aquellas personas más abatidas y derrumbadas por la vida en el campo se las llamaba “musulmanes”. El musulmán era un ser humano abatido, derrumbado por la vida en el campo, una víctima del exterminio paso a paso. Se trataba de un preso que sólo recibía la comida del campo sin tener la posibilidad de “procurar” nada, y que perecía en el transcurso de unas pocas semanas. El hambre crónica generaba un debilitamiento físico general. Sufría una pérdida de musculatura, y sus funciones vitales se reducían al mínimo existencial. El pulso se alteraba, la presión arterial y la temperatura disminuían, temblaba de frío. La respiración era más lenta, la voz se debilitaba, cada movimiento significaba un gran esfuerzo.
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El “musulmán” ya no era dueño de su propio cuerpo. Le salían edemas y úlceras, estaba sucio y olía mal. El aspecto físico de un musulmán se describía de éste modo: Extremadamente delgado, la mirada apagada, la expresión indiferente y triste, los ojos profundamente hundidos, el color de la piel gris pálido; la piel se iba haciendo transparente y seca, como de papel, y terminaba pelándose. El pelo se volvía duro y tieso, sin brillo, y se partía con facilidad. La cabeza parecía aún más alargada al sobresalir los pómulos y las órbitas de los ojos. También las actividades mentales y las emociones sufrían un retroceso radical. El preso perdía la memoria y su capacidad de concentración. Todo su ser se concentraba en una sola meta -su alimentación. Las alucinaciones provocadas por el hambre disimulaban el hambre atormentadora. Sólo registraba lo que se le ponía directamente delante de los ojos y sólo oía cuando le gritaban. Se resignaba sin resistencia alguna a los golpes. En la última fase, el preso ya ni siquiera sentía ni hambre ni dolores. El “musulmán” moría en la miseria, cuando ya no aguantaba más. Personificaba la muerte en masa, la muerte por inanición, el asesinato psíquico y el abandono, un muerto ya en vida.
ES muy buena esta bibliografia
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